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jueves, 21 de abril de 2016

España ha perdido 50.000 fábricas desde 2008

pesar de ser el sector que mejor combate los ciclos económicos, España sale de la crisis iniciada en 2008 con un total de 49.584 empresas industriales menos. La destrucción asciende al 20% del tejido total. Gran parte de la contracción industrial está ligada al pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008. El parón de las obras hace ocho años tuvo un impacto inmediato en las cadenas de montaje de la industria, sobre todo en aquella de pequeña dimensión que no pudo engancharse al tren de la exportación que saltó la frontera en busca de mercados con mayor potencial de crecimiento. Muebles, madera, elementos metálicos para la construcción, maquinaria... En estos sectores el cierre de compañías afectó al 30% del total.

Por autonomías, Canarias, Cataluña y Andalucía lideraron la destrucción de tejido industrial con tasas en todos los casos superiores al 25%. No obstante, estas dos últimas regiones son las que gozan en la actualidad de un mayor número de empresas industriales. Por el contrario, la región que mejor se defendió ante el fenómeno de la desindustrialización fue Navarra, donde la contracción se limitó al 7,8%. Cuando una fábrica cierra o se marcha a otro territorio, las opciones de que vuelva a reabrir sus puertas son casi nulas. La puesta en marcha de este tipo de empresas suele requerir una elevada inversión -ligada a un crédito hasta ahora restringido a grandes compañías- y todo tipo de permisos a nivel estatal, autonómico y municipal. Por no hablar de la falta de una regulación clara que incentive a este sector. El cierre de una fábrica lleva aparejado el despido de decenas e incluso cientos de trabajadores, según el tamaño de la instalación. En los últimos siete años en el país han cerrado sus puertas un total de 227 compañías con más de 500 empleados, de las cuales 42 tenían más de 1.000 personas contratadas y cinco llegaban a superar el umbral de los 5.000. En total, el sector emplea hoy a 884.000 personas menos que antes de la crisis.

Reactivación de los supervivientes

A pesar de la pérdida de tejido industrial, las fábricas supervivientes a la crisis han comenzado a reactivar su producción impulsadas por la mejora económica. El Índice de Producción Industrial (IPI) cerró el pasado 2015 con un aumento anual del 3,4% aupada en el fuerte tirón de los bienes de equipo y los bienes intermedios, donde se registraron tasas de crecimiento del 7,6% y 6,8% respectivamente. Estos números muestran cómo las empresas industriales han iniciado la renovación de sus máquinas y la instalación de nuevas herramientas para afrontar un esperado incremento de pedidos.